Consejos para una correcta Organización Empresarial

Consejos para una correcta Organización Empresarial

¿Qué es la organización empresarial?

La organización empresarial es aquella área de la administración que se ocupa de coordinar la estructura organizacional y cómo trabajará cada sector para el logro de los objetivos estratégicos. Esto último corresponde a las funciones de planificación y coordinación. A partir del plan de negocios se podrá establecer cuáles son los objetivos a alcanzar y el camino para lograrlos

Tips para una correcta organización empresarial

La organización empresarial resulta crucial en la garantía del éxito de la empresa. Es por ello que deben considerarse algunos aspectos que contribuyen a maximizar los beneficios:

1.- Visión amplia de la empresa en su conjunto, que exceda la mera suma de sus partes.

2.- Conocer la disponibilidad de recursos.

3.- Estudio pormenorizado de los competidores.

4.- Análisis estratégico el mercado potencial donde colocar los productos.

5.- Preparación de manuales de procedimientos, organigrama y demás documentación respaldatoria de las relaciones formales.

6.- Diseño de los puestos de trabajo, detallando el perfil requerido, las responsabilidades y funciones de cada uno de ellos.

7.- Establecer quién ejercerá el liderazgo formal en la organización en su conjunto y en cada área.

8.- Crear los indicadores necesarios para el control de la gestión, inspirados en los objetivos estratégicos.

9.- Aprovechar las bondades del uso del Cuadro de Mando Integral como herramienta de control de la gestión empresarial.

Tipos de organización empresarial

Las empresas asumen diferentes formas de organización empresarial conforme se cumplen determinados requisitos. En este sentido, si se considera el orden jurídico, existen los siguientes tipos de organización empresarial:

– Sociedad en comandita: tienen un tipo de socio que asume la conducción y gestión de la empresa; y, el otro tipo de socio que participará de la dirección empresaria en función de su participación en el capital aportado.

– Cooperativa: no tienen fines de lucro, persiguiendo alcanzar algún beneficio para sus asociados.

– Sociedad colectiva: está integrada por dos o más socios que responden ilimitadamente con su patrimonio por las vicisitudes de la empresa.

– Sociedad anónima: La responsabilidad de los socios se encuentra limitada al capital aportado, salvo algunas excepciones en que se les atribuye la responsabilidad solidaria e ilimitada. Esto ocurre durante el íter constitutivo. Son sociedades por acciones.

– Sociedad de responsabilidad limitada: los socios sólo responden por en la proporción del capital aportado. Son sociedades de personas.

Por otra parte, el tamaño de la empresa permite agrupar a la organización empresarial de la siguiente manera:

1.- Microempresa

2.- Pequeña empresa

3.- Mediana

4.- Gran empresa

La inclusión en uno u otro grupo dependerá de las normativas aplicables y las políticas de estado que establecen el monto de facturación, total del patrimonio o del activo, y número de dependientes que se requieren para pertenecer a cada una de las categorías mencionadas.

Los sectores de la economía en los que desarrollan la actividad principal son otro criterio por el cual se agrupan las organizaciones empresariales:

1.- primario: dedicadas a la obtención de materias primas.

2.- secundario: su actividad principal es la transformación de los bienes obtenidos en el sector primario.

3.- terciario: se refiere a las actividades vinculadas a la prestación de servicios, que requieren de alto contenido intelectual.

Por otra parte, las organizaciones empresariales son creadas y reciben diversas fuentes de fondos para alcanzar sus objetivos estratégicos:

1.- Público: cuando los capitales son aportados por el estado propiamente dicho o a través de sus empresas.

2. Privado: cuando la fuente de capital proviene de los particulares.

3.- Mixtas: el capital proviene del estado y de sectores privados.

Finalmente, en toda organización se producen relaciones entre los miembros que la integran, clasificándolas en:

1.- Formal: es la descripción de relaciones entre los miembros que integran la organización empresarial. Se realiza en los organigramas y manuales de procedimiento.

2.- Informal: está determinada por las relaciones interpersonales que surgen entre los individuos por el mero hecho de compartir el lugar de trabajo, o la realización de actividades en forma paralela a la empresa. Por ejemplo, reuniones de camaradería, práctica de deportes, escuela de los hijos, etc.

La selección del tipo de organización empresarial que se adapte a las necesidades de cada empresa dependerá de las formulaciones efectuadas en el Plan de negocios, al momento de la creación de la empresa, como así también la actividad principal que ejerce, las políticas de fomento del estado, las posibilidades de obtener subsidios o ayudas, entre otros factores.

Es función del administrador proponer los escenarios posibles, con las debidas probabilidades de ocurrencia, como así también un estudio pormenorizado e interdisciplinario con el área legal como etapa previa a la selección de la mejor forma de constituir la empresa.

El éxito de la organización dependerá de la correcta interpretación de las señales del mercado, la identificación de las ventajas comparativas y competitivas, entre otros.

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