¿Qué es la cadena de suministro?
La cadena de suministro se define como el conjunto de procesos, dependencias y medios con los cuales se realiza la distribución de los bienes. Comprende todas las etapas del proceso de producción, desde la obtención de los insumos de fabricación hasta la entrega de productos a los consumidores finales.
Entre sus funciones esenciales se pueden mencionar:
1.- Suministro de materias primas para iniciar el ciclo productivo.
2.- Proceso de fabricación de bienes y servicios.
3.- Distribución a los clientes internos/externos, hasta el consumidor final.
Mientras que las metas que pretende alcanzar la cadena de suministro son:
- Facilitar la entrega en tiempo y forma.
- Minimizar a cero las pérdidas y mermas.
- Tiempos óptimos.
- Gestión de inventario
- Definir los canales más convenientes de comunicación.
- Capacidad de adaptación a los cambios del entorno.
¿Qué diferencia hay entre logística y cadena de suministro?
Una confusión muy común es pensar que la cadena de suministro es lo mismo que hablar de logística. Existen algunas diferencias. Por ejemplo, en el primer caso, algunas cuestiones que la distinguen son:
1.- planificación de búsqueda, obtención y transformación de los bienes.
2.- abastecimiento y regulación de actividades como elaboración, distribución, marketing, diseño, finanzas y tecnología.
3.- importancia de la sincronización de todos los eslabones de la cadena.
4.- verificación de los procesos de manipulación de bienes.
Mientras que, se habla de logística cuando se hace referencia a las acciones de planificar, ejecutar y controlar que los bienes sean entregados a los destinatarios en cantidad, calidad y tiempo adecuados. Por lo que las actividades que se relacionan con ella son:
1.- implementación y control de materiales y bienes desde su origen hasta el consumo, al menor costo posible.
2.- eficiencia y eficacia en el transporte.
En consecuencia, se puede afirmar que la logística forma parte de la cadena de suministros.
¿Qué es la gestión de cadena de suministro?
La gestión de la cadena de suministro es la aplicación de las herramientas de la planeación estratégica y la investigación operativa para optimizar la manipulación y distribución de los insumos y bienes a los consumidores finales. Una de las formas de llevar a cabo estas acciones supone la metodología pull/push.
En este sentido la estrategia de ventas será pull cuando el stock de inventario se determine en base a las unidades demandadas. Es decir, siempre el número de unidades que se tienen disponibles será equivalente a las cantidades vendidas, por los que el stock tenderá a cero.
Mientras que, en el caso del método push la estrategia es entregar en el menor tiempo posible al cliente, por lo que se requieren inversiones en unidades de productos en el stock. En este caso, el sector de ventas podrá gestionar publicidades y promociones con descuentos, fidelización de clientes, etc. para colocar en el mercado los bienes que permanecen en inventario.
Por otra parte, la práctica del bottom – up consiste en el procesamiento de los datos provistos por los sectores operativos y determinar las necesidades de inventarios en función de la experiencia previa de la organización.
En general, todas las formas de gestionar la cadena de abastecimiento responderán a la estrategia general de la empresa. Inclusive no es extraño ver una combinación de todas ellas en función de las características propias de cada sector de la organización.
En todos los casos será determinante el análisis de los costos de mantenimiento de inventario, los traslados, el diseño de la planta de producción, la distancia respecto de los proveedores, las necesidades de sistemas de seguridad para la manipulación y conservación de los insumos, el grado de integración vertical, entre otros factores.
Por otra parte, la incorporación de la tecnología de la información y las telecomunicaciones, y el crecimiento exponencial del comercio internacional, han introducido modificaciones en la gestión de la cadena de abastecimiento.
Los desafíos de alcanzar a consumidores globales abren un abanico de posibilidades que deben ser atendidas mediante el uso estratégico de los recursos informáticos. En este sentido, se requieren procesos más veloces que proporcionen la información confiable y precisa en tiempo récord.
La gestión del inventario tiende a conservar un reducido stock de seguridad, aumentando la rotación, previendo la demanda, e integrando la cadena con los proveedores.
El éxito de la buena gestión de la cadena de suministro se traduce en:
1.- Fidelización.
2.- Control.
3.- Reducción de conflictos.
4.- Rentabilidad.
5.- Competitividad
6.- Expansión de los mercados.
7.- Liderazgo.
8.- Cohesión.
9.- Sinergia.