La industria musical: una oportunidad de negocio

La industria musical es una oportunidad de negocio que está formándose de a pocos en el país y que necesita consolidarse.

La música es un arte con mucha historia y relevancia para el ser humano. Con los años, muchos artistas en este rubro han construido una carrera profesional, y junto a empresas y otros profesionales formaron la industria musical.

Esta industria genera empleo, por consiguiente, motiva el crecimiento económico, artístico y turístico también. Además, mientras se forme un ambiente en el que se  pueda invertir y generar ingresos, el involucramiento de más profesionales suma y fortalece a la industria.

¿Qué es la industria musical?

La industria musical es la suma de personas, negocios y empresas que realizan y se benefician de composiciones musicales y grabaciones de sonido (másters) para propósitos comerciales.

Algunos partícipes de la industria musical son las editoras musicales, los sellos discográficos, compositores, artistas o intérpretes, músicos, productores, beatmakers, managers, inversionistas, agentes de booking, abogados, contadores, entre otros.

La industria musical forma parte de la industria del entretenimiento, en los cuales se incluyen aspectos adicionales como espectáculos, películas, podcasts, creación de contenido, radio, televisión, influencers, videojuegos y celebridades. Es un arte que al verse involucrado en infinidad de proyectos, se convierte en un territorio comercial y redituable.

¿Cómo funciona la industria musical?

Esta se podría dividir en 2 elementos esenciales: la composición y el máster. 

La composición es una obra original y creativa que el compositor plantea. Al terminar con todo el proceso que implica la creación de una composición, se genera el derecho de autor o copyright.

El máster o la grabación de sonido, es también una creación, sin embargo, proviene de la composición. Eso quiere decir que el máster no existiría si no existiese una composición. El máster nace como resultado del trabajo en conjunto entre el intérprete o artista y los músicos o el beatmaker que crea la pista.

La mayoría de artistas o bandas de música, se manejan a través de un sello discográfico que les ayuda a hacerse un espacio en el mercado de forma masiva. No obstante, un artista también puede ser independiente y encargarse él mismo de su propio negocio. Esta práctica es más común hoy en día gracias a las nuevas plataformas digitales. Incluso muchos artistas se apoyan entre sí reforzando el concepto de la autogestión.

La música como oportunidad de negocio

Si partimos con la idea de que el artista funciona en el mercado como una marca, nos damos cuenta que dentro de este ámbito hay una oportunidad de negocio.

Ahora, para que esa idea llegue al hecho y pueda ser redituable para los inversores o un artista emergente, se deben tener en cuenta factores importantes como el entorno del país, si tiene o no industria, el público que podría escucharlo, etc. Todo esto se trabaja con un plan de marketing musical y buscando asesoría legal y administrativa para formalizar una carrera de un artista o banda.

Parte del cambio generacional en la música es que los artistas pueden elegir promoverse y comercializarse exclusivamente apoyándose en Youtube o usando sitios web de redes sociales, evitando la promoción y comercialización tradicional de una compañía discográfica. Esto es una oportunidad que se debe saber utilizar.

En líneas generales, la industria de la música es un terreno que falta labrar en Perú, pero que hay indicios de crecimiento debido a las herramientas tecnológicas que han ido apareciendo y la autogestión de gran parte de artistas. Los cimientos se van formando, pero se necesita de profesionales que se arriesguen e inviertan para formalizar y construir una industria en el país. Talento hay, y de sobra, lo que falta es más gente involucrada que permita hacer del arte una oportunidad de negocio con proyección y profesional.

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