¿Qué es logística empresarial?
La logística empresarial trasciende al mero hecho de llevar y traer paquetes, bienes y materiales de un lugar a otro. Desde mediados del siglo XX, comenzó a adquirir otros matices cuando se inició en el trabajo orientado al servicio cliente de la mano de los principios del marketing. Desde esta concepción se constituyó en una función estratégica de la empresa que se ocupa de gestionar en forma integral el flujo de materiales, bienes e información desde sus orígenes hasta el cliente final.
Por otra parte, puede constituirse como ventaja competitiva cuando se alcanza el desarrollo de los siguientes factores:
- Minimizar los costos.
- Minimización de los ciclos pedido – entrega.
- Minimización de tiempos de gestión de reposiciones y de almacenes
- Satisfacción al cliente, reflejada en la fidelización.
En consecuencia, el valor agregado de la función logística se produce desde su incorporación al plan estratégico empresarial, e integrando la cadena de valor en sentido horizontal y vertical.
¿Cómo funciona la logística empresarial?
La logística como función de la empresa que se encarga de que los insumos, bienes y materiales sean entregados en tiempo y forma a quienes los requieren, se desarrolla a través de las siguientes funciones:
- Transporte:
Implica el traslado de los insumos, bienes y materiales de un lugar a otro, es decir, desde los almacenes hasta la planta de producción, por ejemplo. Resulta una etapa esencial ya que sin el transporte resulta imposible la movilización de la materia prima, productos en proceso o bienes finales. La optimización de esta etapa prevé la posibilidad de integración con los proveedores de modo tal que el resguardo de la materia prima se encuentre a cargo de éstos, quienes con su flota de camiones se ocupan de realizar la entrega directamente en planta para dar inicio a la producción. Desde esta concepción, el stock de materia prima será cero, eliminando, o reduciendo al mínimo, los costos asociados al mantenimiento de inventario y transporte interno. - Inventario:
La gestión del inventario de productos implica la reducción de los costos de mantenimiento de inventario, costo de oportunidad del espacio físico utilizado, costo de equipos necesarios para la manipulación y traslado de los bienes, traslados internos, seguros, determinación del stock óptimo, costos asociados a pérdidas y roturas, robos y hurtos, etc. En consecuencia, la decisión de las dimensiones del inventario que permanece en los almacenes resulta estratégica, como así también el estudio de la posibilidad de integración con los proveedores, o la tercerización del servicio con empresas especializadas. - Insumos y materias primas
En este punto se debe considerar el mayor aprovechamiento en el proceso productivo y en la conservación y manipulación, ya que se deben minimizar los costos asociados a los desperdicios, pérdidas, roturas, robos. Por ejemplo, resulta necesario la conservación de cadena de frío, la prevención de evaporaciones y emanaciones, etc. - Compras:
En esta función es esencial la determinación del volumen de compra óptimo, como así también las negociaciones con los proveedores con precios especiales para compras por cantidad, acuerdos para la entrega just in time, entre otros, a fin de poder maximizar la utilidad mediante la optimización de la cadena de valor. La selección estratégica de los proveedores permite localizar aquellos más cercanos a la planta o al sector de la empresa que utilizará los insumos; la coordinación para la ubicación de los almacenes propios, centros de distribución, uso de flota propia o de terceros, etc. Por otra parte, la celebración de contratos de suministro y la vigilancia de sus fechas de caducidad, las renegociaciones, el concurso de precios, etc., serán algunos de los temas que se le atribuyen a la función de compras. - Almacenes:
El resguardo y protección de los bienes, materiales e insumos adquiridos supone la evaluación de los costos de oportunidad del área destinada a los depósitos, contratación de seguros, personal para la recepción, entrega y manipulación, medios de transporte y movimiento de los materiales y bienes, disposición en palets, estanterías, cámaras de frío, cisternas, tanques, distribución estratégica dentro del almacén con la correcta cartelería e identificación de cada uno de los bienes en stock, etc. A los fines de eficientizar el funcionamiento en importante considerar el rol de la tecnología informática y la robótica, la identificación con códigos de barra, automatización de la búsqueda de los productos mediante el uso de robots, etc. - Embalaje:
El packaging y el embalaje para el transporte también constituyen decisiones de importancia. Dependiendo de las características particulares de cada producto, el medio de transporte, las distancias a recorrer, se seleccionará la mejor manera de proteger los productos para que el destino final los reciba en condiciones. Esta función resulta de relevancia a fin de evitar las devoluciones de compras dañadas en el proceso de envío, lo cual afecta directamente a la imagen de la empresa y a la potencial fidelización de los clientes.