Sistema Nacional de control

¿Qué es el Sistema Nacional de Control?

El Sistema Nacional de Control se encuentra integrado por las normas, organismos y procedimientos que intervienen en el ejercicio del control del funcionamiento de las acciones gubernamentales. Se trata de un accionar integral porque abarca áreas de administración, presupuesto, operaciones, gestión financiera y recursos humanos de todo el aparato estatal, con independencia del ente regulador.

La totalidad del Sistema Nacional de Control está regulado por la Ley Orgánica del SNC y Contraloría General de la República del Perú.

Es SNC se encuentra integrado por los siguientes órganos:

  1. Contraloría General:
    Es el ente rector que se ocupa de la vigilancia, dictado de normas de funcionamiento y coordinación de todas las áreas que intervienen en la función de control.
  2. Órganos de control institucional:
    Son todas las áreas operativas que intervienen en el control de los diferentes sectores del estado.
  3. Auditoría Externa:
    Son los servicios externos de auditoría contratados para realizar los controles en las áreas administrativas, financieras, económicas, informáticas, medio ambiente, etc.

Importancia del Control gubernamental

En toda organización se reconoce la necesidad de la existencia de normas mínimas de control a fin de garantizar el correcto funcionamiento de los procesos, como así también la obtención de productos de calidad. Las organizaciones gubernamentales no escapan a esta necesidad de determinar los desvíos, establecer correcciones y cambios en el rumbo como parte del objetivo de mejora continua destinada a la satisfacción de las necesidades de la sociedad en su conjunto.

En este sentido, el control interno se considera el mecanismo más adecuado para sostener el esfuerzo mancomunado de las entidades públicas destinado a garantizar el cumplimiento de los principios consagrados en la constitución nacional y la consecuente rendición de cuentas (Gamboa Poveda, et.al, 2016).

La máxima autoridad será la responsable del diseño de los materiales, métodos y recursos involucrados en las políticas de control. Desde la planeación estratégica se definen los indicadores y los estándares a alcanzar.

El éxito o fracaso en la implementación de los sistemas de control estará signado por aspectos inherentes a la cultura organizacional, la estructura formal e informal de

la organización, la capacitación de todas las áreas y el estilo de liderazgo. En este sentido, la adecuada formación e información de todo el personal en las necesidades de control, las políticas a llevar a cabo, la importancia de la participación, la predisposición a escuchar todas las opiniones son algunas de las cuestiones que incidirán en la cohesión de objetivos.

Por otra parte, las ventajas de la implementación del sistema de control en entidades gubernamentales se pueden resumir en:

  1. Estandarización de procesos:
    El uso de manuales de funciones y de procedimiento optimiza las tareas operativas de todos los sectores, de modo tal que todos saben qué tienen que hacer, cómo y cuándo. Conocer al detalle las tareas involucradas en cada proceso permite detectar las tareas improductivas, que no agregan valor, repetitivas, etc.
  2. Prevención de sustracciones y fraudes:
    Las conciliaciones de cuentas, auditorías periódicas, controles cruzados, son algunas de las herramientas que contribuyen a reducir los riesgos de malversaciones de fondos, robos, hurtos, etc.
  3. Separación de funciones:
    De esta manera se previenen los fraudes ya que se asigna específicamente la función de cada miembro dentro de la organización pública, conociendo en el organigrama de quién depende, quiénes están a su cargo, qué tareas debe desempeñar cada uno, qué recursos se le asignan y la rendición de cuentas del uso de dichos recursos.
  4. Ordenamiento de la información:
    La estandarización en la registración y manipulación de datos contribuye al trabajo eficaz y eficiente de cada uno de los sectores. En este aspecto resulta relevante el acceso y la circulación fluida de la información, a través del uso de recursos de las tecnologías de la información, brindando mayor celeridad a todas las áreas.
  5. Minimizar los errores:
    El trabajo pormenorizado en los procesos, permite eliminar toda posibilidad de errores, reduciendo las etapas para la realización de una tarea, facilitando el acceso a la información, distribuyendo convenientemente las funciones y responsabilidades, capacitando a todo el personal.
  6. Reducción de costos:
    La eliminación de tareas repetitivas y que no agregan valor permite la reducción de los costos operativos, la velocidad en la circulación de la información permite reducir horas de mano de obra asignadas a cada tarea permitiendo su reasignación estratégica.
  7. Integral:
    En este aspecto se destaca la necesidad del compromiso y participación de todos los sectores organizacionales, desde las áreas operativas hasta las directivas en sentido horizontal y vertical. Esto es así porque de ello depende el éxito o fracaso de la implementación y funcionalidad de las políticas de mejora continua de la calidad. La capacitación es relevante para que se eliminen temores, acciones negligentes por falta de conocimiento, etc.

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